1987

En este año podemos decir que se inicia un nuevo concepto de administrar el Club. Preside la C.D. un socio de poca antigüedad y de muchos años en el barrio. Se llama Miguel Muglia. Y es hasta el presente, 2005, el socio que más tiempo estuvo al frente de la Institución. Actualmente empresario en su actividad particular, ha sabido llevar la gestión del club como una empresa más. Muy práctico en el quehacer de las actividades. Líder en su actuación. Convencedor de sus decisiones a los miembros de las distintas C.D. que lo han secundado en este tiempo. Muchos no han podido seguir su impulso y sus decisiones visionarias. Es muy difícil seguirlo sin confrontar con su personalidad. En estos 18 años de mandato consecutivo hizo progresar al club en lo edilicio y también en lo social. Un socio “de los de antes” me dijo que ha llevado a la Institución como una empresa y que sus decisiones, a veces imposiciones han dejado el saldo más positivo en la historia del club; y me aconsejó que debemos seguirlo y además debería haber más jóvenes y mujeres que lo acompañen. Ha logrado que todas las actividades se autofinancien y trabajen en colaboración. No es habitual ver clubes donde el básquetbol y el baby-fútbol hacen fiestas juntos para recaudar fondos. Todo esto sumado a una austera y cristalina administración, preocupándose más del Club que de sus actividades particulares, como mucha gente lo hizo y lo hace anónimamente en la historia del CLUB S. Y D. ARGENTINO.
Cuando me propuse la tarea de escribir esta historia, me dijo simplemente Sí. Tengo que llevarme los documentos a mi casa para trabajar mejor; “Bueno”; luego le comenté que tendríamos que sentarnos un día un rato largo para que me cuente todo lo que hizo en estos años: “... que te puedo decir” me respondió.
A veces parece una persona complicada, a veces muy práctico. Sumamente honesto en tratar todos los temas, y los hay difíciles. Por algo lo eligió tanta gente en tantos años. Como todas las personas que dieron su tiempo al Club tiene agradecidos y de los otros. Merece este párrafo. Como me dice siempre Santiago Pérez: “es lo mejor que le pudo pasar al Club Argentino”