1964

Había que ampliar las instalaciones. Los partidos de básquetbol y baby-fútbol no se podían jugar en invierno por las lluvias y el intenso frío reinante en esa época. Las peñas folclóricas no se podían realizar ni programar atento a la posibilidad de lluvias en el Verano y el clima adverso del Invierno.
Se recaudaron los fondos con la “tómbola” o “borratina” de 5 números, con las recaudaciones de donaciones, fiestas, comidas, etc. Se fue incrementando a través de la colaboración de mucha gente, se pensó seriamente encarar obras edilicias de envergadura. Que miedo el día que lo comentó “Tonino” Antonio Mastromónaco. Muchos eran los miedos de lanzar una forma de recaudar no autorizada. Nos arriesgamos todos. Colaboraron en la venta muchísimos más. Cuantos controles antes del sorteo mensual. Si hubiéramos tenido computadoras hubiera sido de otro modo, más rápido y eficiente. Lo hicimos y quedó en el Club que creció para la sociedad. Era ilegal, igual colaboró todo el barrio, porque sabían el destino de las utilidades. Las autoridades supongo que también porque nadie nos objetó nada. Posiblemente hubiera habido otras formas de recaudar. Se eligió esa.