martes, 21 de julio de 2009

1953 - Construcción no realizada

Se proyecto la construcción de cemento de todo el Club, que no aprobó la Asamblea citada al efecto. El Estatuto de aquel entonces lo exigía. Pedían un mejor y mas barato presupuesto que nunca se presentó. El Constructor devolvió la seña y vino la inflación. Las bases estaban preparadas para hacer balcones (tribunas) y para resistir otro gimnasio arriba. De este hecho Alberto Costoya me relata que siempre quiso consultar para hacer obras importantes, “siempre hay que participar a los que te rodean de obras importantes”. Pero el más enojado por esta frustración se mostró Rubén Zarlenga que me comentó “nosotros fuimos confiados a la Asamblea sabiendo que era una obra importantísima para el Club y el barrio, y no fuimos apoyados. Pidieron se compare con otros presupuestos, vino la inflación y no se hizo nada”. Nilo Meire me cuenta que la empresa contratada era la que construyó el edificio de Los Gobelinos y muy prestigiosa y que Norberto Garrido había hecho el contacto debido a que los conocía por su trabajo profesional. Le comento a Alberto que de haberse realizado hoy estaríamos en varios pisos arriba y asiente. Es lo que todos pensamos actualmente. Me dice Alberto “hoy es un Club importante, con gente como ustedes que se ocupan y deben cuidarlo porque el patrimonio es grande” Allí le comento que estamos estudiando la contratación de un seguro y que tuvimos un juicio laboral. “Cuiden todo lo legal” me dice.
En la charla con Alberto le dio importancia y mucho énfasis a la construcción de los baños modernizados y con comodidades para todos los concurrentes. Le pregunté porque le daba tanta importancia a esa construcción. Me dice porque los que había no eran adecuados para los socios y socias. También me señaló las modificaciones del buffet; el mostrador de granito que le dio otra vida; que lo hicieron de noche entre los socios y al otro día estaba lista ante la sorpresa de los concurrentes.
“Todo se hacía con el trabajo de la gente del Club” Esto mismo me lo señaló muchas veces en estas charlas Francisco Gentile: “Había gente que tomaba sus vacaciones para trabajar en las obras del Club y hasta dejaba de hacer horas extras”. Yo también soy testigo de ello, le respondo.

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